HANNAH SZENES (1921-1944): HEROíNA Y POETISA

  
Autor: JORDI FONT ESTRELA
 
 
Resumen: El artículo traza el perfil de Hannah Szenes en los dos aspectos que la han
hecho famosa: como heroína de la resistencia durante la II Guerra Mundial, convertida en
símbolo de entrega y sacrificio; y como poetisa, de obra escasa, pero reconocida por su
valor testimonial y su aceptación popular. Se presenta la traducción castellana de las
diecinueve poesías escritas en hebreo, más una originalmente en húngaro (se traduce la
versión hebrea de Avigdor Hameiri).
Abstract: The article provides us with a description of Hannah Szenes, emphasizing the
two aspects of her life which have made her famous: as a heroine of the Resistance in the
Second World War who has become a symbol of devotion to and sacrifice; and as a poet
who wrote very little but is recognised for the value of her testimony and her popularity.
Here we have the Spanish translation of the 19 poems originally written in Hebrew and
also one originally in Hungarian (the translation is from the Hebrew version of Avigdor
Hameiri).

Palabras clave: Poesía hebrea moderna. Sionismo. Resistencia judía. Hungría.
Key words: Modern Hebrew Poetry. Zionism. Jewish Resistance. Hungary.
 
Heroína y poetisa. Quizá en este orden pueda entenderse mejor el
lugar que la figura de Hannah Szenes ha llegado a ocupar entre los héroes
sionistas. Nacida en Budapest el 17 de julio de 1921, en el seno de una
familia asimilada, culta y de clase media, pronto se convirtió en una
ardiente luchadora por los derechos de su pueblo. No fueron los intereses
de la familia los que la llevaron a proclamarse sionista: su padre, escritor y
periodista, murió cuando ella sólo contaba seis años de edad y su madre
nunca se ocupó de inculcarle un sentimiento de afirmación judía. Prueba
de ello es que Hannah asistió en su niñez a la escuela local, donde desde
el principio fue una alumna destacada, y a los diez años se la matriculó en
una escuela protestante en la que por primera vez se admitía a católicos y
judíos, aunque tenían que pagar el doble y el triple, respectivamente, de los
costes de los estudios.
Los orígenes de su compromiso hay que buscarlos en los
acontecimientos que le tocó vivir desde muy joven: se trata de la época de
la Kristallnacht, el anuncio de la entrada de Hungría en la guerra en el
bando alemán, el alza del anti-semitismo y la proliferación de políticas
represivas. En 1933 empezó a escribir un diario que nos sirve para
conocer -entremezclados con las anotaciones propias de una adolescente-
el nacimiento, desarrollo y la plena asimilación de la conciencia sionista. A
los diecisiete años empezó a estudiar hebreo, tuvo como instructor a Imre
Benoschofsky, rabino de Buda, y se unió a Maccabea, la más antigua
organización estudiantil sionista de Hungría. En esa época escribe:
 
“Me he hecho sionista. Esta palabra implica muchísimas cosas. Para
mí significa, en resumen, que ahora siento, consciente y fuertemente,
que soy judía, y estoy orgullosa de ello. Mi primer objetivo es ir a
Palestina, trabajar por ella. Está claro que esto no se ha dado de un
día para otro; ha sido un proceso gradual.” (Wigoder 1991: 510)1
 
En ese momento, Hannah vio la emigración a Palestina como la única
solución para los judíos. Con el convencimiento de que la agricultura sería
más útil que la poesía, el 19 de setiembre de 1939 emigró a Palestina y se
estableció en Nahalal para iniciar sus estudios:
 
“Estoy en Nahalal, en Palestina. Estoy en casa... Aquí es donde la
ambición de mi vida -incluso podría decir mi vocación- me tiene
ligada; porque me gustaría sentir que al estar aquí estoy cumpliendo
una misión, no sólo vegetando. Aquí casi cualquier vida es el
cumplimiento de una misión.” (Wigoder 1991: 511)
                     
1. La primera sección de Senesh 1972 la constituye el diario propiamente dicho. El libro
consta de dos secciones más. La segunda fue escrita por dos compañeros paracaidistas que
proporcionan detalles sobre la misión y describen a Hannah como una mujer valiente,
juiciosa y compasiva. La tercera es obra de su madre, encarcelada en Budapest cuando
Hannah fue capturada.
A esta época pertenece su primer poema escrito en hebreo, sin título,
recogido en su diario:
 
[1]2
 
 En fuegos de guerra, en un incendio, en la pira,
 entre los tempestuosos días de sangre,
 enciendo mi pequeña lámpara,
 para buscar, buscar a un hombre.
 Las llamas de la pira sofocan mi lámpara,
 la luz del fuego ciega mis ojos;
 ¿cómo podré mirar, ver, conocer, reconocer
 a alguien cuando esté a mi lado?
 
 Pon una señal, Dios, ponla en su frente,
 para que en el fuego, en el incendio y en la sangre
 reconozca el centelleo puro, eterno,
 que he buscado: un hombre.3
 
También pertenecen a este mismo período las siguientes poesías:
 
A mi madre [2]
 
 ¿Dónde aprendiste a borrar las lágrimas?
 ¿A soportar el dolor en secreto?
 Ocultar en tu corazón la queja,
 el sufrimiento, el llanto, el tormento...
 ¡Escucha el viento!
 Desgañitado
 brama en la garganta, en las montañas.
 Mira el mar...
 con ira destructora azota los dones de las rocas.
 
 Toda la naturaleza se agita, tiembla,
                     
2. Las poesías están numeradas en orden cronológico, según aparecen en Senesh 1992.
3. Szenes 1992: 7. Nahalal, 11.10.1939. (En el libro hay un error evidente, ya que data
la poesía en 1940).
 destruye los límites y las formas...
 ¿De dónde viene este silencio en tu corazón?
 ¿Dónde conociste la fortaleza?4
 
A un buen amigo [3]
 
 Fui herida, sí. Sin sentirlo
 también yo resulté herida en la batalla.
 La flecha estaba afilada por los dos extremos.
 Tras ella quedará una cicatriz.5
 
Por el sentido de su poesía está claro qué es lo que preocupaba a
Hannah. Una mujer comprometida firmemente con la causa sionista y
conocedora del momento que vivían ella y su pueblo no podía menos que
escribir en tono triste, aunque casi siempre con un atisbo de esperanza.
 
A los hermanos [4]
 
 Si nosotros faltamos
 aceptad el yugo,
 grande, pesado,
 sobre vosotros.
 Construid sobre la arena,
 bajo el azul
 cielo,... todo
 de nuevo.
 
 Y sabed que el precio del camino
 de la justicia y el valor
 no es bajo.6
 
Morir... [5]
 
 Morir... joven... morir... No, no quería.
                     
4. Szenes 1992: 8. Nahalal, 15.1.1940.
5. Szenes 1992: 9. Nahalal, 27.1.1941.
6. Szenes 1992: 10. Nahalal, 4.5.1941. En la época de la entrada de Rusia en la guerra.
 Amaba el cálido sol,
 la luz, la poesía, el destello de unos ojos,
 y no quería destrucción, guerra.
 No. No quería.
 
 Pero si hoy se me obligara a vivir
 en un baño de sangre, en la terrible destrucción,
 diría: -Bendito sea el Señor por el derecho
 a vivir; que venga la hora de la muerte
 sobre tu tierra, mi país, mi patria.7
 
Después de graduarse en 1941 se hizo miembro del kibbutz Sdot
Yam, en Cesarea. Si bien resulta extremadamente difícil establecer una
trayectoria de desarrollo temático y estilístico en la poesía de Szenes,
debido a su brevedad en cuanto a número y al reducido espacio temporal
en que fue escrita, en los textos del período del kibbutz se ve el influjo del
paisaje, el amor por la patria traducido en el uso de imágenes naturales:
Israel es la aspiración del pueblo judío; se trata, en definitiva, de la tierra
que siempre ha estado esperando su retorno:
 
 
Poesía a Galilea [6]
 
 Tus montañas, Galilea, son como todas.
 Amarillo, verde, rocas y prados.
 Entre tus laderas, la sombra fugaz.
 Pero las montañas... Todavía no es Galilea.
 
 Y también tus terrazas son como todas.
 En el seno de su tierra están ocultos los secretos
 del pan blanco, de los frutos pródigos.
 Pero los campos... Todavía no es Galilea.
 
 También tus hijos son como todas las personas.
 Días de esfuerzo, largos, duros.
 Cavaron zanjas profundas.
                     
7. Szenes 1992: 11. Nahalal, 5.5.1941.
 Pero Galilea... No son los hijos.
 
 Sobre las montañas y en el corazón de los hijos
 el hechizo de un recuerdo de miles de años.
 El que llora en los sonidos de la flauta.
 Es Galilea.8
 
Un momento... [7]
 
 Entre los miles de años transcurridos
 y los que vendrán después de mí
 besé, Kinneret, la gloria de tu rostro
 en el ardor de los besos de mi juventud.
 
 Me consumí del todo. Tú quedas como antes,
 tu rostro es apacible y frío.
 Tu cuerpo elástico y suave encuentra reposo
 en el brazo cerrado de las montañas.
 
 Seguiré mi camino. Si vuelvo a ti...
 No sé cuándo...
 El recuerdo del beso de gloria
 quemará en mis labios.9
 
A Cesarea [8]
 
 ¡Silencio!: cesarán los sonidos,
 más allá del mar de arenas.
 En la costa cercana,
 en la querida costa de oro,
 la casa de la patria se insinúa.
 
 Con paso obstinado y alegre
 caminaremos entre un pueblo extranjero
 sin el sonido de una melodía,
                     
8. Szenes 1992: 12. Nahalal, 29.5.1941.
9. Szenes 1992: 13. Kinneret, 8.1941.
 hacia el pasado, el futuro...
 Cesarea.
 
 Sólo cuando lleguemos a la ciudad de las espadas,
 susurraremos en voz queda unas palabras:
 aquí estamos, hemos vuelto.
 Y en voz queda responderá el silencio de las piedras:
 Dos mil años os hemos esperado.10
 
 
Ginosar [9]
 
 Una noche oscura, en campos negros,
 se encendieron velas, se extendieron las luces
 de la fiesta de la labranza.
 
 Una noche negra, en campos blancos,
 se encendieron hogueras, se extendieron las llamas...
 de la destrucción del mundo.
 En el campo negro
 el tractor tocó
 la melodía del futuro agitado...
 
 En el campo blanco
 gimió el hombre
 moribundo.11
 
El objetivo sionista no se vio cumplido con el asentamiento individual
en Palestina. Hannah había conseguido lo que quería: establecerse en la
tierra que consideraba propia de los judíos y trabajar por ella. Sin embargo,
todavía quedaban metas por alcanzar, o quizá unas “misiones que
cumplir”, como ella había escrito en su diario. Por otra parte, en su
pensamiento todavía vivía el recuerdo de la Diáspora y la consecución de
los ideales sionistas no podía llegar a su plenitud con el recuerdo continuo
de los que habían quedado atrás, ejerciendo una especie de dominio desde
                     
10. Szenes 1992: 14. Sdot Yam, 27.10.1941.
11. Szenes 1992: 15. 12.12.1941.
el exterior:
 
A las madres en la Diáspora [10]
 
 Uno y dos días, una semana, dos,
 un año, muchos... esperando.
 Una carta, un verso. Una señal.
 
 Noches sin fin
 apilando, coleccionando
 imágenes de terror.
 
 Escondiendo en los días
 terribles de sangre
 una lágrima...
 
 ¿Qué podremos responder?
 Sólo una mirada, sólo la palabra:
 ¡madre!12
 
Hora13 de una hija de la Diáspora [16]
 
 La hora trepidante, retumba, sacude,
 estalla, agita a mi alrededor.
 En el hechizo del ritmo
 de alegría y tristeza
 atrae mi cuerpo y mi corazón.
 
 El pie camina, el hombro tiembla,
 el canto se extiende, la canción arde,
 baile y poesía,
 oración sin palabra
 al Dios del futuro, al Dios de la creación.
 
                     
12. Szenes 1992: 16. Sdot Yam, 18.5.1942.
13. Baile folclórico con un ritmo de cuatro cuartos con síncopa, de carácter rápido y
agitado.
 Y de repente...
 una imagen revolotea frente a mí.
 Mis brazos se sueltan de los de mis compañeros.
 Mi corazón se desentiende de la música trepidante.
 De cerca y de lejos ella14 conquista todo mi ser.
 
 Ojos azules, mirada inquisidora,
 silencio triste y boca obstinada...
 En mí crece el silencio. Me he quedado sola
 entre la multitud. Ella... y yo.15
 
Si Hannah actuó como lo hizo fue porque, atendiendo a sus
convicciones, no podía haberlo hecho de otra manera:
 
En el camino... [14]
 
 Una voz ha llamado y he ido,
 he ido porque ha llamado la voz.
 He ido para no caer.
 
 Pero en la encrucijada
 me he tapado los oídos en la blancura fría
 y he llorado
 porque he perdido algo.16
 
El sentimiento de pérdida, de vacío, de haber renunciado a algo,
aunque fuera a cambio de mucho, aparece en varias de sus poesías. Sin
embargo, no siempre queda claro qué es lo que se anhela, qué es lo que se
ha dejado de tener o lo que nunca se ha tenido. La Diáspora, la madre, el
hermano, un hombre... Los textos que hablan de ellos parecen ser
intercambiables, sin que ninguna clave interna permita identificar el
verdadero objeto del deseo:
 
                     
14. Se refiere a la madre.
15. Szenes 1992: 22. Cesarea, 27.2.1943.
16. Szenes 1992: 20. Cesarea, 12.1942.
Si vinieras... [11]
 
 Si de repente por la calle vinieras hacia mí...
 manos en los bolsillos, una sonrisa en los ojos
 y el sonido de tus pasos con el ritmo conocido;
 me quedaría sorprendida, desconcertada
 ante la maravillosa y dulce visión.
 
 Hasta que tu imagen se precipite en lo profundo,
 hunde todos los muros, tus dudas, sobre mí;
 levanta los brazos, agítalos para que te abrace
 con una risa y una lágrima: ¡mi hermano!17
 
Soledad [12]
 
 Si encontrara a un hombre que lo entendiera todo...
 sin palabras, sin indagaciones,
 sin confesiones ni mentiras,
 sin preguntar.
 
 Extendería ante él, como un mantel blanco,
 el corazón y el alma,
 el oro y el barro,
 y él lo entendería con gran comprensión.
 
 Y cuando hubiera rastrillado el corazón,
 cuando todo lo hubiera vaciado y entregado,
 no sentiría aflicción ni dolor:
 sabría que me había enriquecido.18
 
No estás sola [17]
 
 No estás sola. Aquí está tu mar
 que te preguntará con su tierno murmullo
 por los sueños de tu camino, por tus deseos.
                     
17. Szenes 1992: 17. Sdot Yam, 5.3.1942.
18. Szenes 1992: 18. Givaot Zaid, 14.8.1942.
 Esperaron tu llegada. Todos esperaron:
 la costa, la arena, las rocas, las olas y el mar.
 Lo sabían con seguridad: una noche oscura llegarías.
 
 A lo alto, miles de ojos celestiales
 entienden a sus dos compañeros
 que robaron del mar infinito... una lágrima.19
 
A pesar de la melancolía y la nostalgia que transmiten las palabras de
Szenes, siempre hay lugar para la esperanza. Concibe el mundo desde una
nueva perspectiva, con sus dificultades, por supuesto, pero que acabará
desarrollándose en el momento preciso:
 
Semilla [15]
 
 Ha caído una semilla, queda sembrada, una baya amarilla,
 no entre las rocas, ni en una terraza en la calle.
 Cógela: una capa de tierra negra
 para protegerla del calor y de la escarcha.
 Una semilla es una vida encerrada en una cáscara.
 Desde el secreto infinito, una baya, una gota.
 Bajo tierra se comprime, espera una insinuación,
 la señal de la primavera, el rayo de luz, el sol,
 el día.20
 
Mientras tanto, la situación política empeoraba, la guerra arreciaba y
Szenes se unió a la Haganah. Los británicos, sin embargo, no permitían la
preparación de judíos para infiltrarse en Europa y éstos sólo podían
entrenarse para llevar a cabo misiones de sabotaje en caso de que los
alemanes invadieran Palestina o algún país de la zona. Sólo después de
que veinte hombres fueran capturados en Rumanía, los británicos
aceptaron que los judíos volvieran a sus países de origen para ayudar a la
resistencia. Hannah, junto con otros treinta y un voluntarios, fue enviada a
entrenarse en El Cairo en enero de 1944.21 Fruto de esta experiencia, ante
                     
19. Szenes 1992: 23. Cesarea, 7.1943.
20. Szenes 1992: 21. 24.12.1942.
21. Se trata de un capítulo único en la historia de la resistencia. En el verano de 1942,
la perspectiva de colaboración del Yishuv en favor de los judíos de
Europa, nace el siguiente poema:
 
Cogimos flores [18]
 
 Cogimos flores en los campos, en las montañas,
 respiramos aires nuevos de primavera.
 Nos bañamos en el ardor de los rayos de sol
 en la patria, en la casa amada.
 
 Marchamos hacia los hermanos en tierra extraña,
 bajo el peso del invierno, la oscuridad y la escarcha.
 Nuestro corazón traerá la nueva de la primavera,
 nuestro idioma alzará el cántico a la luz.22
 
El 11 de marzo se lanzó en paracaídas sobre Yugoslavia, cerca de la
frontera húngara, y se unió a un grupo de partisanos de Tito con los que
pasó unos tres meses. El 9 de junio cruzó la frontera y fue capturada casi
inmediatamente después de infiltrarse en Hungría, traicionada por un
informador que dio a conocer su identidad. Encerrada y torturada por la
Gestapo y la policía húngara, no reveló ninguna información de utilidad
militar, ni siquiera bajo las amenazas de que torturarían a su madre, que
también fue detenida por cierto tiempo y con la que más tarde, una vez
ésta liberada, llegó a establecer una correspondencia secreta. Durante el
simulacro de juicio al que fue sometida el 28 de octubre defendió sus
actividades y se negó a facilitar información o pedir clemencia. El 7 de
noviembre de 1944 fue fusilada. Hannah rehusó que le vendaran los ojos y
prefirió ver la cara de sus asesinos hasta el último momento. Sus restos, y
                                             
cuando los líderes del Yishuv comprendieron el verdadero alcance de la aniquilación de la
población judía en Europa, propusieron a los británicos que entrenaran a judíos para que se
infiltraran tras las líneas enemigas con el objetivo de ayudar a la resistencia, organizar
sabotajes y proporcionar información a los aliados. Desde octubre de 1943 se lanzaron
treinta y dos paracaidistas sobre Rumanía, Yugoslavia, Hungría, Eslovaquia e Italia. Doce
fueron capturados, siete ejecutados y el resto regresaron sanos y salvos. En verano de 1944
el Yishuv propuso al gobierno británico que se entrenaran cien paracaidistas más para que
colaboraran con los partisanos de Tito en todos los países balcánicos, pero los británicos
no lo aceptaron.
22. Szenes 1992: 24. Principios de marzo, 1944.
los de los otros seis paracaidistas que corrieron su misma suerte, fueron
trasladados en 1950 a Israel, donde se les rindieron honores militares y
fueron enterrados en el cementerio del Monte Herzl en Jerusalén.
Hannah Szenes, poco antes de su muerte, escribía su más
estremecedor poema ante la seguridad del inevitable fin:
 
En la cárcel
 
 Uno... dos... tres... ocho pasos de largo,
 dos de ancho...
 La vida se cierne sobre mí como un interrogante.
 
 Uno... dos... tres... Quizá otra semana.
 O el fin de mes aún me encuentre aquí.
 Pero sobre mi cabeza... la nada.
 
 Ahora, en julio, cumpliría veintitrés años...
 Escogí número en un juego arriesgado.
 El dado da vueltas. He perdido.23
 
Hannah Szenes copió todas sus poesías hebreas en una libreta poco
antes de partir para su misión en Europa y les puso por nombre Sin
idioma. La poesía Cogimos flores [18] fue escrita cuando estaba a punto
de emprender viaje y la dejó en un sobre cerrado a la espera de su vuelta,
con una nota en la que pedía que se abriera en caso de que no regresara.
La última de las poesías hebreas la escribió a consecuencia del encuentro,
por medio de una partisana, con un vecino de su infancia, con el que había
jugado de niña y desconocía que fuera judío:
 
Feliz... [19]
 
 Feliz la cerilla que prende y enciende llamas,
 feliz la llama que quema en medio del corazón.
 Feliz el corazón que ha sabido detenerse con honor...
 Feliz la cerilla que prende y enciende llamas.24
                     
23. Szenes 1992: 45. Budapest, 20.6.1944.
24. Szenes 1992: 25. 2.5.1944
 
Por último, esta es la poesía de Szenes que ha alcanzado mayor fama y
que quizá explica mejor, con pocas y sencillas palabras, el sentimiento que
presidió su breve vida:
 
Marcha a Cesarea [13]
 
 Dios mío, que no termine nunca
 la arena y el mar,
 el murmullo del agua,
 el rayo del cielo,
 la oración del hombre.
 
 
BIBLIOGRAFíA
 
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Senesh, 1921-1944, Lothrop, Lee & Shepard Books, New York.
BEN- SASSON, Haim Hillel (ed.), 1976, A History of the Jewish People,
Harvard University Press, Cambridge, pp. 1042-1043.
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MASTERS, Anthony, 1972, The Summer that Bled: The Biography of
Hannah Senesh, St. Martin's Press, New York.
RUBENSTEIN, Eli, 1993, For you who died I must live on... Reflections
on the March of the Living: Contemporary Jewish Youth
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WIGODER, Geoffrey, 1991, Dictionary of Jewish Biography, The
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