Antisemitismo en Estados Unidos: el caso Afro-Americano

1. Recientes estudios de opinión aplicados en Estados Unidos demuestran que el antisemitismo ha disminuido pero que aún persisten los estereotipos negativos sobre los judíos, particularmente entre la población de origen afro-americano. De hecho, en las investigaciones realizadas en los últimos 30 años, los negros han expresado sentimientos antijudíos con más frecuencia que los blancos. A la vez las encuestas indican que -a diferencia de otras comunidades de ese país- en el caso de los negros no existe correlación alguna entre la tolerancia y el grado de escolaridad.

2. Los vínculos entre las comunidades negra y judía en Estados Unidos se remonta décadas atrás. En el siglo XIX autoridades rabínicas locales expresaron su rechazo a la esclavitud, al aducir que la Torá (Pentateuco) deploraba la explotación del hombre por el hombre. A principios del siglo XX los judíos de ese país comenzaron a jugar un rol sustancial en la lucha por los derechos civiles de todos los ciudadanos y en la defensa de los valores democráticos y liberales. Ya desde entonces hubo coincidencia de intereses entre negros y judíos. Estos últimos participaron activamente en la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color considerada, en su tiempo, como radical.

Cuando en 1954 la Suprema Corte de Justicia de E.U. prohibió la segregación racial, la población negra intensificó su lucha por la igualdad política, social y económica. Es así que a principios de la década de los 60's los estudiantes negros empezaron a formar parte del movimiento pro derechos civiles al que se sumaron decenas de jóvenes judíos. En conjunto ambas comunidades lograron promover gran parte de las leyes sobre derechos civiles vigentes en E.U.

3. Tras el asesinato de John F. Kennedy en 1963, el presidente Lyndon B. Johnson fomentó el establecimiento de un marco jurídico enfocado a la lucha contra la pobreza y a favor de los derechos civiles, lo que despertó amplias expectativas entre la población negra. Sin embargo el Congreso norteamericano no concedió los fondos necesarios para implementar dicha propuesta. Desilusionados y alienados de la sociedad blanca, los militantes negros se volvieron más radicales en su retórica.

Los nuevos líderes rechazaron las estrategias de integración propuestas por voces moderadas como Martin Luther King. Personajes como Kwame Toure y Malcolm X -entre otros- enfatizaron la importancia del orgullo negro y propusieron la creación de una economía propia y de un poder político como base del cambio racial.

Formularon soluciones separatistas y chauvinistas. Los blancos en general y los judíos, en particular, fueron identificados como enemigos. Los judíos -alegaban- eran culpables de explotar a los negros en los ghettos urbanos y de no haber hecho lo suficiente para alcanzar la integración. Así con consignas antisemitas rechazaron la participación de los judíos en sus organizaciones.

4. Como parte de un proceso de reencuentro con sus raíces, grandes sectores de la comunidad afro-americana abandonaron el cristianismo y se adherieron a la religión musulmana. Encontraban así un refugio contra el rechazo generalizado.

Paralelamente los negros vincularon su campaña por la igualdad en Estados Unidos con la lucha por liberar al continente africano de la opresión colonialista. Los ultranacionalistas señalaron al Estado de Israel como bastión del imperialismo occidental y como socio del apartheid practicado en Sudáfrica. Al finalizar la guerra de los Seis Días en 1967, grupos negros apoyaron abiertamente a las naciones árabes y adoptaron una franca postura antisionista.

5. Con el transcurso de los años los lazos entre negros y judíos han sufrido un deterioro significativo. En los albores del siglo XX son numerosos los factores que entorpecen estas relaciones entre los que destacan la actividad de Louis Farrakhan, los disturbios de Crown Heights y el Caso Jeffries. Louis Farrakhan es el líder espiritual de la Nación del Islam, movimiento integrado por negros musulmanes que es considerado como una de las más importantes fuerzas antisemitas en Estados Unidos. En sus diatribas describe al judaísmo como una "religión sucia" y predica sobre la "mentira y el fraude" y la "tiranía de los comerciantes y terratenientes judíos".

Pero su antisemitismo va más allá de las declaraciones de odio en sus discursos. Con un estimado de 15,000 seguidores (5% del total de la población negro-musulmana en E.U.) la “Nación del Islam” es responsable de la edición del libro pseudo-académico “Las Relaciones Secretas entre Negros y Judíos” que falsamente aduce que los judíos se han "unido en una coalición de secuestradores y propietarios de esclavos" y que han jugado un rol desproporcionado en el desarrollo de la esclavitud. Dicha obra, condenada por destacadas personalidades del Instituto de Estudios Afro-Americanos de la Universidad de Harvard por ser considerada la "biblia del nuevo antisemitismo", ha sido ampliamente distribuida por los seguidores de Farrakhan y ha fungido como el más efectivo instrumento antijudío en E.U. desde que Henry Ford publicara “El Judío Internacional” en los años veinte.

A pesar de su postura antisemita Farrakhan ha logrado un lugar respetable en la agenda norteamericana de los derechos civiles. Por ello diversas agrupaciones judías estadounidenses se han reunido con líderes afro-americanos -como Jesse Jackson, quien en algún momento tuvo relaciones con Farrakhan- para expresar su preocupación por estos desarrollos que amenazan con seguir polarizando a dos sectores importantes de la sociedad.

6. En agosto de 1991 Gavin Cato, un niño negro de siete años, fue accidentalmente atropellado por un automóvil conducido por un judío en Crown Heights, Nueva York, zona en la que coexisten afro-americanos, cubanos y judíos ultraortodoxos. La muerte de Cato desató violentos disturbios. Durante tres días jóvenes negros atacaron a judíos y destruyeron sus propiedades. Yankel Rosenbaum, un estudiante judío nacido en Australia, fue brutalmente asesinado. Existen evidencias de que dichas manifestaciones fueron provocadas por agitadores antisemitas.

El tiempo ha transcurrido pero los disturbios de Crown Heights continúan afectando las relaciones entre negros y judíos. Para estos últimos representa un indicador sumamente preocupante de que el antisemitismo va en aumento en Estados Unidos y que las autoridades gubernamentales no son capaces de controlar sus manifestaciones de violencia.

Por su parte los afro-americanos interpretan el Caso Crown Heights como una muestra palpable de que la sociedad blanca continúa ignorando los problemas de los ghettos urbanos. Resienten el hecho de que a pesar de que son objeto de acciones violentas día con día, los medios masivos y el liderazgo político prestan atención únicamente a incidentes en donde las víctimas son blancos.

7. Por otro lado los actos antijudíos en los campus universitarios norteamericanos han contribuido a este clima de tensión. Khalid Abdul Muhammed, seguidor de Farrakhan, lleva a cabo giras por universidades de todo el país en las que pronuncia discursos antisemitas. Aunado a esto el "Caso Jeffries" que se suscitara en julio de 1991, destaca como uno de los episodios que más han exacerbado los ánimos. Tan sólo unos días antes de los disturbios de Crown Heights, el profesor Leonard Jeffries pronunció un discurso en un festival cultural y artístico en donde utilizó libelos antisemitas al acusar a los cineastas judíos de sistemáticamente degradar a los negros.

Las autoridades de dicha universidad sancionaron a Jeffries reduciendo su contrato como director de tres años a uno, pero la Corte de Nueva York rechazó tal decisión y concedió al acusado $40.000 dólares por daños y perjuicios, Jeffries y sus seguidores argumentaron que todas estas acusaciones son producto del racismo antinegro.

8. En noviembre de 1992 judíos y negros votaron por el candidato demócrata a la presidencia, William Clinton. Ambas comunidades se involucraron en proyectos de interés mutuo y todo parecía indicar que las relaciones tomaban un nuevo impulso revitalizador. Sin embargo, hoy por hoy, las heridas causadas por los incidentes de los últimos años permanecen abiertas.

9. El restablecimiento de las relaciones entre negros y judíos forma parte del reto que tiene que enfrentar una sociedad multicultural y multiétnica como la norteamericana.

En los últimos años ambas comunidades han manifestado una marcada tendencia al aislamiento. La agenda pública judía se ha concentrado en temas de interés comunitario. Un fenómeno similar sucede con los afroamericanos, quienes desilusionados con los progresos en cuestión de derechos civiles, se abocan exclusivamente a rescatar su historia y su legado cultural. Judíos y negros deberán superar los resentimientos que hoy en día afectan sus relaciones. Tendrán, a la vez, que vencer la tendencia al aislamiento y a trabajar en la concreción de metas comunes que han compartido desde los primeros momentos de la formación de la nación norteamericana.

Bibliografía

Tomado de Tribuna Israelita